Día Mundial del Transporte Sostenible
El 26 de noviembre es el Día Mundial del Transporte Sostenible, fecha importante que nos invita a reflexionar sobre la necesidad de reducir el impacto ambiental de la movilidad y fomentar sistemas que contribuyan al bienestar social y la sostenibilidad. En un contexto marcado por la crisis climática, este tema es prioritario para gobiernos, instituciones y ciudadanos.
Mateo Coello, docente de la Universidad del Azuay, menciona que el transporte representa una cuarta parte de las emisiones globales de CO2 generadas por actividades humanas. En muchos países, el sector consume más combustibles fósiles que la industria, alcanzando hasta el 50% del consumo total. Esto lo convierte en un factor significativo de degradación ambiental, lo que subraya la urgencia de implementar soluciones sostenibles para mitigar estos efectos.
Es esencial conocer las características principales de un sistema de transporte sostenible afirma Coello, el mismo, se define por su baja demanda energética, lo que conlleva menores emisiones de CO2. Aunque muchas personas asocian este concepto con caminar o usar bicicletas, la clave está en los sistemas de transporte público masivo, como autobuses, metros y tranvías.
Al movilizar a muchas personas simultáneamente, estos sistemas distribuyen de manera más eficiente el uso de energía, reduciendo significativamente el impacto ambiental.
De igual manera, la academia juega un rol clave en esta transición al generar evidencia científica sobre los efectos del transporte en el medio ambiente y los beneficios de adoptar prácticas sostenibles, señala Coello.
En ese sentido, Coello menciona que la Universidad del Azuay lidera estos esfuerzos, fomentando la movilidad sostenible entre sus estudiantes y promoviendo proyectos como “A la U en Bici” una iniciativa que incentiva el uso de bicicletas eléctricas otorgadas por la misma institución para sus colaboradores, convenios con instituciones públicas, creación de ciclovías y reducción de espacios para vehículos, priorizando así, infraestructuras peatonales.
Sin duda, la transición hacia un transporte más limpio y eficiente es fundamental para combatir el cambio climático, mejorar la calidad de vida y construir un futuro más sostenible; todos podemos ser parte del cambio al adoptar prácticas de movilidad responsable que prioricen el bienestar colectivo.