Estudiantes de la UDA viajan a México a cambiar el mundo

Estudiantes de la UDA viajan a México a cambiar el mundo

Estudiantes de la Universidad del Azuay viajaron a México para participar este 16 y 17 de febrero de las finales regionales del Hult Prize, iniciativa orientada a jóvenes emprendedores a nivel mundial con deseos de cambiar el mundo.

El proyecto de la delegación de la UDA, titulado Sanguis, plantea elaborar productos textiles a partir de deshechos de frutas.

El equipo está integrado por Ninoska Merchán de la Escuela de Diseño Textil y Modas, Ivonne Pineda de Ingeniería en Alimentos, Isabel Calderón de la Escuela de Marketing y Andrés Campoverde de Ingeniería de Sistemas y Telemática.

La idea nació con Ninoska, quien lo presentó el año pasado en el encuentro de Hult Prize que tuvo lugar en la Universidad del Azuay. La iniciativa ganó el primer lugar en esa primera etapa en Cuenca, lo que les abrió las puertas de las finales en México DF.

La alumna de Diseño Textil y Moda cree que detrás de este éxito está el equipo interdisciplinario que forma Sanguis. Lo mismo piensa Ivonne:

“Ella tiene los conocimientos textiles y yo los conocimientos para saber cómo podemos tratar esos deshechos y qué podemos obtener de los desperdicios de las frutas, porque no somos conscientes que las cáscaras que no consumimos tienen un alto contenido de fibra”.

Industria enferma

“Yo siempre tuve la idea de cambiar el mundo y eso implica mi área de desarrollo que es la industria textil”, dice Ninoska y recuerda que esta industria es la segunda más contaminante en el mundo:

“Es un mundo glamoroso, lleno de brillos, pero a la vez una industria enferma que utiliza muchísimos recursos –humanos, naturales, físicos- para elaborar una camiseta”.

Para la alumna, la producción de ropa es básica porque no podemos dejar de vestirnos, pero es fundamental buscar otro tipo de elementos que nos permitan elaborar vestimenta.

“Nosotros utilizamos toda la fruta, no importa en qué estado esté, y ahí uno siente que está aportando un granito de arena para cambiar esta industria”, añade la alumna de Diseño Textil y Moda.

“Algunas frutas son más ricas en fibra, otras menos, pero podemos utilizar todo tipo de fruta, dependiendo de las características del producto”, acota Ivonne.

Trabajar en mercados y comunidades

Con este innovador enfoque, Sanguis se puso como uno de sus objetivos el convertir en ganancia lo que para un comerciante es una pérdida, pagando un precio justo al final del día por los productos que no se lograron vender.

“En nuestra investigación previa al Premio Hult Prize, una comerciante llamada Jimena nos comentó que de las seis cajas de manzanas que ella lleva al mercado cada día, cuatro se vendían y dos se tenían que desechar”, comenta Isabel, estudiante de Marketing, encargada de la publicidad y venta del producto y de la vinculación con la sociedad.

Pero además del trabajo en los mercados, Sanguis quiere vincularse con las comunidades no solo para que sean proveedores de la materia prima sino también para la elaboración de los textiles.

El último integrante del equipo, el representante de Ingeniería de Sistemas y Telemática, se encarga del diseño y fabricación de las máquinas industriales que se utilizarán en la fabricación de estas piezas de vestir.

“Y cuando tengamos el producto también me voy a encargar de la tienda web para comercializarlo”, señala Andrés.

En México competirán con más de 65 equipos de países tan diversos como Japón, Ghana, Turquía, Jordania, Egipto y representantes de varias naciones de nuestro continente.