El “Herbario Azuay”, una joya de la Escuela de Biología de la UDA

El “Herbario Azuay”, una joya de la Escuela de Biología de la UDA

En la Escuela de Biología de la UDA se encuentra el único herbario de la provincia del Azuay, un auténtico centro de información regional sobre la diversidad vegetal

La iniciativa nació en el año 1991 con la finalidad de apoyar las actividades docentes en la escuela de Biología.

Pero debido al desarrollo de investigaciones sobre la flora regional y el incremento de colecciones botánicas se ordenaron y sistematizaron los especímenes de acuerdo a los requerimientos internacionales y en 1998 se fundó el “Herbario Azuay”, con el auspicio y respaldo institucional de la Universidad del Azuay y la Fundación para la Ciencia y Tecnología, FUNDACYT.

Desde el año 2003 el herbario se encuentra inscrito al Index Herbariorum del New York Botanical Garden, el catálogo mundial y oficial de herbarios.

Actualmente cuenta con 12.000 colecciones de más de 3.000 especies de plantas de la flora regional, pertenecientes a 220 familias vegetales ordenadas sistemáticamente.

También dispone de una importante colección de la flora de los bosques nativos del Azuay y Cañar, con énfasis en la cuenca del río Paute, en la que destacan las colecciones realizadas en el Parque Nacional Cajas, Dudas-Mazar, los páramos de Moriré y el bosque de Tambillo.

Además, tiene colecciones de frutales nativos comestibles de la región y colecciones del jardín botánico e histórico Atocha de Liria de Ambato y aproximadamente 1.000 colecciones donadas de la cordillera del Cóndor.

Dentro del grupo de trabajo que integra el herbario se encuentra su Directora, Rafaela Ansaloni; Danilo Minga, responsable de la identificación dasonómica y el mantenimiento de las colecciones botánicas; Mayra Jiménez, Nubia Guzmán, Ruth Arias y Adolfo Verdugo, quienes se enfocan en proyectos investigativos para la universidad; y por último los pasantes y estudiantes de Biología María Paz Guillen, Zamara Zeas, Zamara Ríos, Joel Soranca.

 

“La motivación principal para progresar con los proyectos y sacar adelante el herbario es el amor por el conocimiento, la curiosidad sobre la vida de las plantas y también la conciencia de que sin un respaldo físico de las muestras de la vegetación, no se puede tener la seguridad de la identidad de las plantas, es por ello que siempre se colectan y se conservan las colecciones”, comenta Ansaloni.

Entre los objetivos que se plantea el herbario esta documentar la flora de la región, básicamente Azuay, cañar y Morona Santiago, de donde obtienen muestras botánicas para poder procesarlas, identificarlas y tener la información base sobre la diversidad vegetal.

La información esencial es dónde se encuentran las especies, qué uso tienen, para qué sirven, su distribución y la identidad botánica, es decir cada especie tiene que tener un nombre científico, o nombres comunes que son importantes.

El herbario cuenta con una base de datos en el internet donde se encuentran documentadas todas las especies y colecciones botánicas que han sido identificadas.

“La característica que se puede destacar de este herbario es que tiene disponible para el público de fuera toda la información sobre sus especies y sus colecciones en una base de datos en internet, los otros herbarios del país no muestran a la sociedad sus documentos”, comenta Danilo Minga, curador.

El proceso para identificar y hacer la ficha de una especie inicia con un proyecto de investigación y un permiso de investigación del ministerio del ambiente, luego en el lugar que se desea indagar se realiza la campaña de campo donde se colecta las especies botánicas.

Después de la colecta se toman los datos básicos como la fecha de recolección, el sitio, las coordenadas geográficas, fotografías e información sobre los usos tradicionales de la planta, realizando una descripción breve especificando si se trata de un árbol, una hierba, una planta o una flor.

Luego al llegar al herbario se pasa al proceso de prensado, que consiste en aplastar la especie entre periódicos y en una prensa botánica, hecha de madera, se procede al proceso de secado.

Cada muestra tiene su código y sus datos de campo que posteriormente son transmitidos en etiquetas. Por ultimo está el proceso de identificación donde se revisa los caracteres botánicos con ayuda de bibliografía especializada.