Modelo de desarrollo territorial y social

Modelo de desarrollo territorial y social

Esta semana se entregó el "Modelo de Gestión Territorial para el Desarrollo Humano Integral de las parroquias Rurales del Cantón Cuenca" con su respectiva propuesta de ordenanza, estableciendo una cronograma de implementación para los cuatro siguientes años.

En febrero de 2020 la Universidad del Azuay había suscrito con el GAD Cuenca un convenio específico para desarrollar una propuesta que profundice y organice la gestión descentralizada desde el Gobierno Municipal hacia los gobiernos Parroquiales.

Hasta julio de 2021 se desarrollaron 90 sesiones de trabajo entre los equipos de la UDA y del municipio.

La propuesta ha sido construida con la participación de personal municipal -directivos y operativos- de todas las direcciones involucradas; con personal de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) Parroquiales -presidentes, vocales, y personal técnico y concejales urbanos y rurales.

Desde el 2018 se habían delegado nueve trámites de control urbano y municipal a seis parroquias rurales para facilitar las diligencias de sus habitantes, omitiendo trasladarse hasta el centro de Cuenca.  

Ante el incremento de trámites en las parroquias se tomó la decisión de extender este proyecto a las 21 parroquias, no solo para beneficio del Municipio de Cuenca, sino también desde los intereses de la ciudadanía.

El Modelo de Gestión Territorial para el Desarrollo Humano Integral tiene dos ejes: el primero exclusivamente territorial, que aspira formar unidades técnicas territoriales parroquiales que atiendan los trámites de control urbano, los avalúos, catastros, la coordinación de gestión ambiental y de patrimonio; el segundo vinculado con el desarrollo social.

Para este último se formarán unidades técnicas de desarrollo humano parroquial, que trabajarán en conjunto con las direcciones de desarrollo social, cultural y educativo.

Se aspira a que en cada parroquia se implementen estos ejes, que muchas veces, a causa de la falta de coordinación se centran en el perímetro urbano y en las parroquias más grandes. Además, debido a la brecha digital, no se brinda asesoramiento en los procesos telemáticos, dejando como única opción la presencialidad.

“No hay datos de los aspectos sociales: drogas, alcohol, deserción escolar, desnutrición estudiantil, embarazo. La data no es parroquial, solo global o provincial en el mejor de los casos. Con este plan buscamos brindar información detallada para que el gobierno pueda aplicar planes acordes a las necesidades de la población”, comenta María Cecilia Alvarado, coordinadora del equipo de trabajo de este proyecto.

Para levantar información socioeconómica de la parroquia existe un trabajo en conjunto con la municipalidad, diversas universidades, ministerios y parroquias. Posterior a la obtención de esta información se buscará darle uso para otorgar visibilidad a los sectores rurales.

Alvarado añade: “Las asambleas parroquiales invierten sus presupuestos participativos, desconociendo los aspectos sociales. Con la aplicación de este plan de descentralización podrán saber cómo vive su población para dar un uso adecuado a sus recursos”.

 

Corresponsal UDA