La UDA se viste de naranja por la campaña “Únete, que nadie se quede atrás: pongamos fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”

La UDA se viste de naranja por la campaña “Únete, que nadie se quede atrás: pongamos fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”

“Vistamos la UDA de naranja, deja tu huella” fue el lema de la Universidad del Azuay para unirse a la campaña mundial “Únete, para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas” convocada por las Naciones Unidas.

El evento se realizó el 27 de noviembre en el patio de la Administración Central y tuvo como objetivo crear concientización y sensibilidad tanto en hombres como mujeres para dejar a un lado todo tipo de violencia de género y crear un cambio.

“La Universidad del Azuay fue invitada por las Naciones Unidas para que forme parte de la campaña a nivel internacional y junto con los estudiantes del tercer ciclo de Comunicación Social se plantearon varias ideas hasta llegar a la campaña final; ellos fueron los artífices”, comentó Alejandra Zarama, docente de la Escuela.

Autoridades, docentes, estudiantes y personal administrativo formaron parte de la campaña escribiendo en cintas naranjas frases motivadoras para fortalecer la concientización.

Se escribieron expresiones como “unidos somos más, “ni una menos”, “una vida sin violencia es un derecho fundamental” y muchos pensamientos más.

Francisco Salgado, Rector de la Universidad, manifestó: “Tomemos conciencia de hacer una campaña permanente para erradicar la violencia contra la mujer y las niñas, se propone que todos los 25 de cada mes se represente el color naranja en diferentes maneras porque necesita ser permanente”.

Algunas estudiantes colaboraron para que las maquillen en el rostro como si alguien las hubiese golpeado, por medio de esta acción se buscaba crear intriga de quién las veía y acceder a preguntar si se encontraban bien.

“Las personas nos veían y nos quitaban la mirada, quizá creerían que teníamos alguna enfermedad, caminábamos y se alejaban. Hubiese sido bueno que se acercaran a preguntar cómo estás, dar una palabra de aliento y no simplemente esquivar la mirada”, dijo Ariana Pazmiño, acerca de su experiencia al recorrer la universidad con la cara “golpeada”.

Con esto se logró concientizar, realizar un cambio en el público para respetar un poco más tanto a las mujeres como a los hombres.