La UDA cuenta su experiencia como pionera en el aseguramiento de la calidad académica

La UDA cuenta su experiencia como pionera en el aseguramiento de la calidad académica

En la ciudad de Quito se desarrolló el Segundo Foro Internacional sobre Experiencias de Aseguramiento de la Calidad,  al que fue invitada como única ponente a nivel nacional Ana María Burbano, Directora de Calidad de la UDA, por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES)

Este foro contó con la participación de exponentes internacionales expertos en el área de aseguramiento de la calidad  de países de Latinoamérica como Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Costa Rica y Ecuador.

La Universidad del Azuay expuso su experiencia en autoevaluación de hace más de 25 años, demostrando su posicionamiento como pionera y referente nacional en procesos de aseguramiento de la calidad.

Ana María Burbano nos comentó sobre su participación en el evento.

¿Qué experiencias se pudieron compartir en el Segundo Foro Internacional sobre Experiencias de Aseguramiento de la Calidad?

El foro estuvo organizado en dos jornadas, la primera se basó en ponencias magistrales acerca de conceptualización y aseguramiento de la calidad y a esta jornada fui invitada por el CEAACES como ponente nacional para compartir nuestra experiencia sobre cómo hemos asumido este reto del aseguramiento de la calidad al interior de la Universidad del Azuay.

Como Universidad hemos trabajado en procesos de aseguramiento de la calidad hace más de 25 años; en realidad arrancó en la década de los 90 y los procesos se han basado en el interés propio de la Institución. La Universidad los desarrolló como una responsabilidad interna, como una manera de rendición de cuentas y como una forma de garantizar la calidad y el rigor académico.

El estado recién en el 2000 conforma el CONEA, que en aquella época era el ente regulador de la evaluación y la acreditación de las instituciones de educación superior. La UDA en el año 2004 fue la primera universidad  del país en presentar su proyecto de autoevaluación y en pedir ser categorizada y acreditada.

¿Cuándo la Universidad del Azuay pudo ser acreditada?

En el año 2006 se convirtió en la primera universidad acreditada  de toda la historia del país, estos hechos para nosotros son transcendentales porque de alguna manera marcaron al interior de la Universidad una cultura de autoevaluación y aseguramiento de la calidad que no fue precisamente impuesta sino desde sus inicios surgió como un interés propio.

En el año 2009 volvió a existir un proceso de evaluación institucional, esta vez sí regulado por el Estado y de carácter obligatorio; la Universidad nuevamente participó en el proceso y fue categorizada. Se logró llegar a  esa fase  justamente en base a este principio, a este interés institucional propio, desde los fundadores de la institución, desde los profesores  que estaban a cargo  de sus primeros años de vida institucional y desde sus autoridades que con esta visión de responsabilidad y ética decidieron hacerlo.

¿Cuáles son los procesos principales  para el aseguramiento de la calidad en la Universidad?

La institución arrancó sus procesos de reflexión y de autoevaluación concibiéndolos como un espacio de autocrítica que nos iba a permitir mejorar. En el año 1995 contamos con un proceso y un reglamento debidamente institucionalizado para la evaluación docente, esta evaluación arrancó con la participación ya de alumnos, profesores y las autoridades.

Luego más tarde en la primera década del siglo la institución asume la autoevaluación como una política institucional de evaluación y la Universidad decide trabajar fuertemente con estos procesos de autoevaluación y acreditación.

La evaluación docente recién se reglamentó en el país en el 2011, entonces las otras universidades del país -recién por cumplimiento obligatorio de ley- implementaron procesos de evaluación docente. En cambio nosotros lo tenemos en el año 1995  y al final de esta década, en base a esta experiencia y a este interés propio, la Universidad realizó aportes importantes al CONEA, incluso impulsó que se forme  este consejo de evaluación.

A partir del año 2012 trabajamos unos pasos más adelante y buscamos institucionalizar la autoevaluación, esto quiere decir que creamos un sistema de autoevaluación y aseguramiento de la calidad a lo largo de toda la Universidad con la intención de que  cada una de nuestras carreras, cada una de las instancias académicas, haga autoevaluación al interior de cada escuela, antes la autoevaluación era solo a nivel de la institución, ahora a partir del 2012 cada año realizamos autoevaluación en cada una de las carreras.

¿Qué parámetros se han utilizado para la acreditación y la autoevaluación?

A través de la autoevaluación es posible identificar las cosas que hacemos bien, cuáles son nuestras fortalezas pero también es importante identificar oportunidades de mejora.

Nuestra autoevaluación incluyen los indicadores que plantea el CEAACES pero de igual manera incluimos criterios con indicadores propios que por más que no son reconocidos por el ente externo regulador para nosotros es importante.

Estos indicadores están orientados a la aplicación del modelo educativo  de nuestra universidad, están aplicados al tema de la gestión interna, al aporte e impacto social que generamos a través de la investigación y de la vinculación y a procesos de acompañamiento de aprendizaje que tenemos con los estudiantes, por ello  tenemos muchos más indicadores  de lo que plantea este modelo general de evaluación.

¿Qué aporte podemos rescatar de las universidades nacionales e  internacionales?

Lo importante de participar en este foro fue posicionarle a la Universidad  en dos aspectos fundamentales:

Primero, en una universidad que realiza autoevaluación históricamente en función de sus principios, de sus fundamentos filosóficos   y de su responsabilidad y ética institucional.

Segundo, fue marcar esta tendencia de la universidad que hace autoevaluación docente de manera responsable pero respetando su identidad institucional.

Las demás universidades participantes en el foro rescataron esa singularidad; de igual manera los expertos internacionales decían que justamente de eso se trata asumir la autoevaluación y al aseguramiento de la calidad como una responsabilidad interna, que el Estado tiene un rol de acompañamiento pero finalmente quien es responsable del aseguramiento de la calidad son las propias universidades.