La UDA celebra 50 años de ser la sede de la razón y del corazón

La UDA celebra 50 años de ser la sede de la razón y del corazón

El 25 de octubre se realizó la sesión solemne por los 50 años de la Universidad del Azuay en el auditorio general del campus. Al evento asistieron las máximas autoridades de la Universidad, de la ciudad y de la región. Además, estuvieron presentes profesores, estudiantes, empleados y personal administrativo de la UDA.

Franciso Salgado, Rector de la Universidad, presidió la sesión, en la que estuvo acompañado por Marcos Pérez Caicedo, Arzobispo de Cuenca y Canciller de la UDA; Martha Cobos, Vicerrectora Académica; Jacinto Guillén, Vicerrector de Investigaciones; decanos de las distintas facultades, directores de departamentos e integrantes del Consejo Universitario.

Como invitados especiales al evento estuvieron Marcelo Cabrera, Alcalde de la ciudad; Paúl Carrasco, Prefecto del Azuay; María Cecilia Alvarado, Viceprefecta; Xavier Enderica, Gobernador de la provincia; Cristina Reyes, asambleísta nacional; Alejandro Serrano, ex Vicepresidente del Ecuador y catedrático de la institución; Jefferson Pérez, medallista olímpico; Pablo Vanegas, Rector de la Universidad de Cuenca; forjadores de la universidad, representantes de otras universidades cuencanas y nacionales, figuras del ejército nacional y otros invitados.

Previo al inicio del evento formal, en los patios exteriores del auditorio se presentaron fragmentos de óperas cantadas por Belén Campoverde y Gabriela Méndez, estudiantes de Arte Teatral. Posterior a esto, los asistentes al evento ingresaron y llenaron el auditorio poco antes de las once del día.

La sesión empezó con el ingreso de la mesa directiva, cuyos integrantes lucían la tradicional capa y el birrete azul de la Universidad. Antes de subirse al escenario, se escuchó por los parlantes la voz del difunto monseñor Luna Tobar, emblema de la ciudad y ex Canciller de la UDA, mientras en la pantalla se proyectaba su retrato con las palabras que iba pronunciando en su discurso. “Con amor, el mote en la olla crece” fue la frase de monseñor con la cual se cerró la primera parte de la sesión y, después de la cual, las autoridades pasaron a la mesa.

El coro polifónico de la Universidad del Azuay, dirigido por el pianista Lucas Prado, estuvo a cargo de entonar el Himno Nacional del Ecuador, después del cual iniciarían los discursos.

El discurso de honor estuvo a cargo del Rector en el cual abordó las temáticas más importantes de la universidad en sus 50 años de historia. Empezó dirigiendo unas palabras de homenaje para Luna Tobar. “La Universidad requiere de tu verbo que esté presente siempre, cuestionándolo todo y alentándolo todo” manifestó.

Mientras hacía una recapitulación histórica de lo que fue la fundación de la Universidad y el trayecto que siguió hasta este año jubilar, reconoció a importantes personajes que trabajaron por la creación y la consolidación de la UDA como Francisco Olmedo, Mario Jaramillo, Claudio Malo, Juan Cordero, Carlos Tapia, Dora Giordano y Luis Tonon.

Después, hizo un reconocimiento a colegios tradicionales de la ciudad, como las Marianitas, las Catalinas, el Borja y la Asunción, por haber prestado sus instalaciones durante los primeros años de vida de la Universidad, para que esta pudiese funcionar.

Después, continuó con el recorrido histórico que la UDA ha seguido, siempre recalcando la importancia de conocer los orígenes para poder proyectarse al futuro. “La historia de una universidad es la historia de su gente” dijo antes de agradecer el aporte que cada uno de los miembros de la comunidad académica ha brindado a la universidad desde sus orígenes.

Tras el discurso del Rector, el coro polifónico interpretó Gaudeamus Igitur, uno de los himnos más entonados en las universidades.

A continuación, Cristina Reyes, asambleísta nacional por el Partido Social Cristiano, entregó la presea Vicente Rocafuerte a la UDA en nombre de la Asamblea Nacional por sus 50 años. El acuerdo con el cual se entregaba la presea destacaba “la vocación de servicio y permanente compromiso de sus directivos y académicos de los diferentes campus”.

Posterior a esto, la Universidad del Azuay recibió cuatro reconocimientos más de parte de diferentes instituciones gubernamentales y religiosas. Primero, el arzobispo Pérez Caicedo pasó en nombre de la Arquidiócesis cuencana; después subió el prefecto Carrasco en nombre de la Prefectura, el alcalde Cabrera en representación de la Municipalidad y el gobernador Enderica en nombre poder ejecutivo.

Antes de cerrar el evento, el presidente de la república, Lenin Moreno, envió un video donde extendía su felicitación a la Universidad por sus 50 años de historia. “La Universidad del Azuay es un referente académico a nivel nacional cuyo espíritu de trabajo durante cinco décadas ha sido una garantía para la comunidad” expresó Moreno en el video.

Para finalizar, nuevamente el coro de la UDA participó del evento al cantar el Himno de la Universidad del Azuay, posterior a lo cual se dio por culminada la sesión solemne y se realizó una invitación a un coctel en la parte exterior del auditorio.