La calidad del aire en Cuenca, un llamado a la acción para la comunidad

La calidad del aire en Cuenca, un llamado a la acción para la comunidad

La calidad del aire que respiramos es un factor que afecta directamente a nuestra salud y bienestar. En una entrevista realizada a Chester Sellers docente investigador del Instituto de Estudios de Régimen Seccional del Ecuador (IERSE) de la Universidad del Azuay, se enfatizó la importancia de mantener un control constante del ambiente en el que realizamos nuestras actividades diarias, desde ir al trabajo hasta practicar deporte al aire libre. El material particulado presente en el aire puede desencadenar diversas afecciones, como problemas respiratorios, alergias y otras complicaciones pulmonares.

La capacidad de monitorear la calidad del aire en tiempo real permite planificar nuestras actividades de manera segura. Si los niveles de contaminación son bajos, podemos realizar nuestras tareas cotidianas sin mayor preocupación. Sin embargo, cuando el aire se encuentra en un estado moderado o poco saludable, especialmente para quienes practican deportes al aire libre, es fundamental tomar precauciones. 

Sellers señala que Cuenca ha incrementado los niveles de contaminación del aire en los últimos días; si bien, no existe una única fuente de contaminación, la acumulación de material particulado en la atmósfera es evidente. 

Entre las fuentes identificadas, se destacan:

  1. Sequía prolongada: la falta de lluvia ha secado los suelos, lo que facilita que cualquier viento, por leve que sea, levante partículas de polvo y las ponga en suspensión.
  2. Tráfico vehicular: las emisiones generadas por los vehículos contribuyen constantemente a los niveles de contaminación, agravando la situación en momentos de sequía.
  3. Incendios forestales: recientemente, los incendios en zonas cercanas a la ciudad han liberado grandes cantidades de humo y partículas que se han dispersado por todo Cuenca. A esto se suman los incendios en la cuenca amazónica de Brasil, cuyos efectos se han extendido a través del viento a lo largo de la cordillera oriental, afectando a todo el Ecuador, así como a partes de Colombia y Perú.

Recomendaciones para la comunidad 

Ante el aumento de la contaminación, las recomendaciones del IERSE están dirigidas, en primer lugar, a los grupos sensibles, como personas con problemas respiratorios, cardíacos o pulmonares, así como aquellos que padecen alergias. Para estos grupos, la exposición al aire contaminado puede desencadenar una serie de complicaciones, por lo que se aconseja limitar las actividades al aire libre y, de ser necesario, usar mascarillas.

Para la población en general, es importante tomar medidas preventivas para evitar la irritación de las vías respiratorias y mucosas. Si los niveles de contaminación son elevados, es recomendable cerrar puertas y ventanas para evitar que las partículas ingresen a los hogares; también se pueden utilizar toallas húmedas en rendijas o lugares donde el polvo pueda ingresar.

Monitoreo de la calidad del aire en Cuenca

El acceso a la información sobre la calidad del aire en Cuenca está disponible de manera constante a través del Programa de Investigación de Calidad del Aire del IERSE de nuestra institución. Este sistema monitorea el aire las 24 horas del día, los siete días de la semana, y actualiza la información cada 20 minutos en su página web. 

Este servicio permite a los ciudadanos estar informados en todo momento y tomar decisiones adecuadas respecto a sus actividades diarias en función de los niveles de contaminación.

Revise la calidad del aire aquí. 

¿Cómo podemos actuar a nivel local?

El IERSE recomienda consultar regularmente el índice de calidad del aire y ajustar las actividades cotidianas acorde al mismo. De igual manera, se invita a los ciudadanos a reducir el uso de vehículos para disminuir las emisiones, y tomar conciencia sobre la prevención de incendios, una de las principales causas de contaminación en la región. 

Finalmente es importante proteger las fuentes de agua, tanto a nivel domiciliario como en los reservorios y ríos, para evitar así que el material particulado se deposite en estos recursos.