Influencia de la literatura infantil en la educación básica

Influencia de la literatura infantil en la educación básica

El 23 de abril, en el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, se llevó acabo en el auditorio de Filosofía de la Universidad del Azuay una charla sobre la importancia de la lectura infantil, con estudiantes de la carrera de Educación Inicial.

La Subdecana de la Facultad, Diana Lee Rodas, destacó la importancia de la lectura y recordó que estimular a un niño a leer desarrolla en él cualidades como la creatividad y la imaginación.

“La literatura deja huellas y recuerdos que se quedan en la memoria y el corazón de nuestros hijos”, afirmó Rodas.

Posteriormente, la escritora ecuatoriana de literatura infantil y juvenil Edna Iturralde explicó que la lectura para niños es relativamente nueva en la historia de la literatura universal.

Iturralde recordó que el libro Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll tuvo una considerable influencia en la literatura infantil. Esta lectura guardó como único fin divertir a su audiencia. Aquel propósito diferenció a esta historia de anteriores libros que fueron escritos para niños cuyo único objetivo era la enseñanza.

Iturralde comentó que leer, muchas veces, no resulta ser la actividad más satisfactoria para algunos adultos, pero es importante que no influyan en los niños con comentarios negativos sobre la lectura. Más tarde agregó: “A la lectura le corresponde poseer un espacio, cuando los maestros y maestras leen a los niños, deben hacerlo con gusto por eso reitero, quienes no disfrutan de la lectura podrían disimularlo.”

La escritora compartió que simulaba voces y gestos cuando leía para sus hijos, con el fin de mantener despierta la curiosidad en la historia. De este modo la información era asimilada de mejor manera. Iturralde destacó: “Un niño que se encuentra interesado en la lectura siempre aprenderá”.

Mantener despierta la curiosidad de un niño por un libro hace que desarrollen motricidades como asociación, narración y canalización. Además, invita al lector a sentir amor por otros seres vivos y por la naturaleza.

Así también, enseña al leyente a ser tolerante y respetuoso, señaló Iturralde y añadió que un niño que lee tendrá mayor conciencia de valores éticos, cultura, expresividad y habla. La capacidad de compartir con los demás también será mayor, pues tendrá una menor limitación de palabras y mayor sensibilidad.

Una lectura constante, clara y motivada crea en el niño una conciencia cultural dentro de un contexto social, la mente continuamente desarrollará una mejor capacidad de enfoque y concentración. 

“Eso es algo que los padres no reconocen, invertir en la lectura es invertir en el futuro de sus hijos”, concluyó Iturralde.