Día Internacional de las Personas con Discapacidad
Cada 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para recordar que la inclusión, la accesibilidad y el respeto a la diversidad son pilares fundamentales de toda sociedad.
Viviana Andrade, profesora de la Escuela de Educación Inicial de la Universidad del Azuay, reflexiona sobre los retos que persisten en la construcción de entornos verdaderamente inclusivos y las acciones necesarias para garantizar la participación plena de las personas con discapacidad en la vida universitaria.
La inclusión no puede entenderse únicamente desde la infraestructura física, pues la discapacidad trasciende la presencia de rampas o adecuaciones visibles, señala Andrade. En muchos casos, las barreras más difíciles de identificar se encuentran en las prácticas docentes y en las concepciones tradicionales sobre cómo debe enseñarse y aprender. Estas barreras invisibles se manifiestan cuando los modelos de enseñanza no contemplan la diversidad de ritmos, necesidades y formas de procesar la información.
Para Andrade, el primer paso es reconocer que estas limitaciones afectan a toda la comunidad educativa y que es necesario transformar las prácticas pedagógicas para garantizar que todas las personas con discapacidad se sientan incluidas y acompañadas dentro del sistema universitario.
En este contexto, las estrategias educativas cumplen un papel fundamental, afirma Andrade. La participación plena de estudiantes con discapacidad se fortalece cuando el proceso de enseñanza incorpora metodologías que despiertan interés y abren distintas vías para aprender. El uso de recursos audiovisuales, apoyos tecnológicos y actividades motivadoras permite que cada estudiante encuentre una forma de involucrarse que responda a sus necesidades, generando además un ambiente de cercanía y acompañamiento que facilita la construcción de vínculos significativos en el aula.
Contar con herramientas actualizadas permite implementar estrategias de enseñanza más diversas y sensibles a las necesidades de los estudiantes con discapacidad. En la Universidad del Azuay, Andrade destaca que la formación continua es fundamental para consolidar una cultura universitaria que valore la autonomía, la dignidad y la participación. Asimismo, el acompañamiento cercano, el respeto y la comprensión se convierten en pilares esenciales para que los estudiantes se sientan realmente integrados tanto en el aula como en el sistema educativo en su conjunto.
En este Día Internacional de las Personas con Discapacidad es fundamental reconocer las barreras que aún persisten y trabajar para crear espacios donde todas las personas puedan participar activamente. Solo impulsando miradas más humanas y entornos que valoren auténticamente la diversidad podremos avanzar hacia una comunidad más empática e inclusiva.
