Día de los Derechos Humanos
El 10 de diciembre es el Día de los Derechos Humanos, una fecha que reflexiona acerca de la importancia de defender los derechos fundamentales de todas las personas, promoviendo un mundo basado en la justicia, la dignidad y el respeto mutuo. Este día conmemora la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, un documento fundamental que proclama los derechos inalienables que corresponden a todas las personas.
En ese contexto, Ana Isabel Malo, docente de la Universidad del Azuay, destacó la relevancia de esta conmemoración, subrayando que es una ocasión para honrar la conciencia y los esfuerzos de aquellos que han luchado por los derechos humanos, muchos de los cuales han dado su vida por esta causa.
A pesar de los avances logrados, Malo recordó que la situación global en cuanto a los derechos humanos sigue siendo precaria, haciendo hincapié en la necesidad de mantener la urgencia de generar cambios y fomentar la solidaridad, especialmente en contextos académicos, donde se tiene mayor acceso a información y recursos.
Los desafíos globales en derechos humanos, como la desigualdad extrema, la violencia, los conflictos, el irrespeto por la naturaleza y la degradación de la democracia, siguen siendo problemas críticos. Sin embargo, Malo resaltó que, frente a esta multiplicidad de retos, es esencial no centrarse exclusivamente en uno ni sentirse abrumado, sino contribuir de manera activa en las áreas que podamos. “Debemos poner nuestro granito de arena en aquello que podemos”, afirmó, destacando la importancia de las pequeñas acciones colectivas para generar un cambio significativo.
En cuanto al papel de las organizaciones en la protección y promoción de los derechos humanos, Malo señaló que tanto las instituciones oficiales como las organizaciones juegan un papel clave. Estas organizaciones complementan el trabajo del Estado, actuando como mediadores entre la sociedad civil y los gobiernos, y son fundamentales en situaciones de emergencia, como en contextos de conflicto, migración o discriminación. Su labor incluye la gestión de refugios, la concienciación, el voluntariado y la asistencia legal, contribuyendo significativamente a la cooperación internacional y al fortalecimiento de los esfuerzos colectivos.
Además, Malo resaltó la importancia de educar a las nuevas generaciones sobre los derechos humanos y la equidad. Este aprendizaje debe comenzar desde temprana edad y reflejarse en las reformas curriculares a nivel global. Mencionó que los adultos deben predicar con el ejemplo, demostrando que los derechos humanos son fundamentales tanto para uno mismo como para los demás. En el ámbito académico, enfatizó que no basta con cumplir con los programas de estudio, sino que también es esencial fomentar valores como la solidaridad, la empatía y la accesibilidad entre profesores y estudiantes.
Los derechos humanos son el pilar fundamental de sociedades pacíficas, justas e inclusivas; la protección y promoción de los mismos, son clave para asegurar el bienestar de cada habitante.