2020, el año del Campus UDA-Baños
Este año se inaugura el Campus UDA-Baños. A partir de septiembre de 2020 funcionará en ese complejo educativo la Escuela y el Colegio Asunción.
Conversamos con el ingeniero Felipe Andrade, responsable de la construcción del proyecto, sobre el origen de esta iniciativa, el diseño del eCUB y el área que se libera en el campus universitario de la avenida 24 de Mayo.
Lo primero que le preguntamos al ingeniero Andrade fue cuándo empezó la historia del terreno en Baños.
La Universidad del Azuay, en el año 2000, vivió una etapa muy difícil con los deslizamientos de la parte alta, de la colina de San Andrés, y sufrió la estructura de la Universidad con el movimiento geológico, a tal punto que estuvo a punto de desaparecer la Facultad de Ciencia y Tecnología. También resultó afectada una buena parte del Auditorio y había una capilla de las Madres de la Asunción que desapareció.
Entonces, el Rector Mario Jaramillo decidió buscar la opción de un terreno para tener un plan emergente de salida, si la situación lo ameritaba. Y se adquirió un terreno de 25.000 metros cuadrados en la parte alta de lo que hoy es el terreno de la comunidad jesuita del Colegio Rafael Borja.
Eso permaneció casi 20 años prácticamente sin uso, hasta que el actual Rector Francisco Salgado tomó la decisión de hacer la extensión del campus universitario en Baños.
Esta extensión tiene dos objetivos: uno, movilizar allá todo lo que es la Escuela y el Colegio Asunción, para el horario de siete de la mañana a dos de la tarde; y a partir de las tres de la tarde hasta las diez de la noche destinarlo a todo lo que son las tecnologías rápidas, cuya cursada dure de uno a dos años, para gente que no ha tenido opción de ingresar a la universidad y que necesita tener un conocimiento y un título que le permita ejercer su profesión.
La idea con el Rector siempre fue que la Universidad tenga una mayor vinculación con la sociedad. La situación actual del país habla por sí sola de la dificultad que hoy tienen los bachilleres de ingresar a la universidad. Para muchos estudiantes el tema económico se convierte en un obstáculo, en una restricción para seguir sus estudios.
Hoy día, la idea es dar una opción a la gente que no ingresó a la universidad pero que ya generó un negocio -sea una carpintería, una panadería, una latonería- y que nosotros podamos brindarle una serie de materias específicas y con ello poder mejorar el manejo de su propio negocio.
Esto va a orientado a un sector importante y apuntan a gente que está entre los 30 y los 50 años.
La ubicación del Campus Baños es estratégica porque quiere recoger a toda la gente de Baños, de Cumbe, de Tarqui, de Narancay, que es la zona de influencia del área donde está ubicado el campus.
¿Cuándo empezaron las obras del Campus Baños?
El estudio de todo lo que es el diseño empezó en 2017. Para el 2018, febrero-marzo, teníamos listo prácticamente el estudio. Luego de analizar con el Rector la forma en que se debía ejecutar el proyecto y el financiamiento, en el mes de abril teníamos lista la decisión.
Con el Rector se tomó la opción de hacerlo por gestión de administración directa, porque así veíamos que la Universidad podía generar un buen recurso de rendimiento económico a su favor y, sobre todo, pensando que la propia Universidad tiene muy buenos recursos en el área de construcción de obras civiles.
Así que la obra arrancó en junio del año 2018 con una proyección de 24 meses de construcción. Una obra que estaba prevista para hacerla entre 30 y 36 meses, pero el desafío fue reducir este período, haciendo que la obra -con buena liquidez- tenga un buen rendimiento en cuanto a la aceleración de los productos.
¿Entonces las instalaciones estarían funcionales en septiembre de este año?
La apuesta que hemos hecho con el Rector es que para septiembre la Escuela y Colegio Asunción vayan a inaugurar este nuevo campus y se ubiquen definitivamente en esta área.
El proyecto de las tecnologías rápidas podría arrancar en el año 2021, ya que es una iniciativa que está enmarcada en la Ley de Educación Superior y toma su tiempo.
Por ahora será La Asunción la que estrene y haga uso de un amplio y confortable complejo educativo como es el Campus Baños, el más grande de Cuenca y de la provincia; creemos que podría ser incluso de la región del Austro.
¿Cómo se ha diagramado el espacio del Campus Baños?
Los constructores han tenido en cuenta tres cosas en especial: uno, certificarle al proyecto como un proyecto auténticamente sismo-resistente, con toda la normativa requerida.
Dos, certificarle con la huella verde, un lugar ambientalmente amigable. Y tercero vamos a intentar una certificación relacionada con el paisaje, a todas las áreas verdes que van a estar en el entorno del complejo educativo.
Y lo más importante, debe ser el más bien equipado tecnológicamente. Hay un presupuesto de un millón y medio de dólares para invertir en la tecnología del complejo.
¿Qué van a encontrar los niños de La Asunción, un público muy diferente a estudiantes universitarios o de posgrados?
En primer lugar, ambientes acogedores, acompañados de áreas verdes muy amigables, coloridas y vistosas.
Va a encontrar un ambiente de seguridad, porque hemos trabajado muchísimo este tema.
Tenemos sistemas de provisión de agua permanente, inclusive independientes del sistema de la red matriz. Tenemos un sistema sanitario de primera para todo lo que es evacuación de aguas servidas y un sistema contra incendios de primera tecnología.
Y también áreas deportivas: tenemos canchas de uso múltiple, un patio grande al que le hemos denominado la plaza cívica y una cancha de fútbol que puede ser utilizada no solo por la Escuela y el Colegio sino también por la propia Universidad.
Mucha gente en la Universidad se pregunta qué va a ocurrir con el campus universitario cuando se mude La Asunción. ¿Qué se puede vaticinar de lo que va a ocurrir aquí tras la mudanza?
Nuestra institución ha crecido con el tiempo. Hace 50 años, cuando comenzaron los primeros albores de la Universidad del Azuay se tenía un número limitado de estudiantes.
Y la ciudad ha ido pidiendo cada vez más y nosotros le hemos dado respuesta a la ciudad y a la provincia, y por qué no a la región, a las provincias cercanas.
Pero el Campus de la avenida 24 de Mayo ha quedado muy restringido. Por eso, con el cambio de La Asunción, se libera un área que ocupa, prácticamente, el 25% del total del campus.
Todos los edificios que quedan para beneficio de la Universidad, obviamente, con un proceso previo de acondicionamiento y de mejoras.
Por eso este es un proyecto que es uno de los más importantes de los últimos 30 años de la Universidad del Azuay y estamos muy gustosos de haber sido parte activa de la construcción de este complejo.