El interminable conflicto entre religión y ciencia 

El interminable conflicto entre religión y ciencia 

El 26 de mayo de 2021 se llevó a cabo el webinar “Religión, ciencia y nueva era” organizado por el Programa de Vida y el Departamento de Formación Continua de la Universidad del Azuay.

La exposición estuvo a cargo de Flavio Barros, exestudiante de la institución y psicólogo especializado en Piscología Transpersonal, quien actualmente se dedica a dirigir encuentros de formación en “Religare”, una comunidad de servidores de la salud fundada por él.

Dicha presentación inició con una breve reseña por parte de Barros acerca de sus vivencias durante su juventud que con el tiempo influenciaron y derivaron en su actual vocación. Narra acerca del reto que se propuso, el cual consistía en de alguna manera enlazar ciencia y religión, para que dejen de ser consideradas como dos áreas opuestas, sino como dos áreas complementarias.

Como introducción explicó la interminable competencia entre la ciencia y la religión, las cuales “durante siglos solo han intentado encontrar argumentos para sobreponerse la una ante la otra”.

Además, comentó que ahora ya no es solo una contienda de dos sino de tres, debido a la aparición de la llamada “nueva era” y el único propósito de estos tres es obtener el título de “acreedores de la verdad”.

Posteriormente, describió a lo que él considera conceptos básicos, como las funciones de los hemisferios cerebrales en el comportamiento humano, ojos del conocimiento, los movimientos maduros e inmaduros, el fanatismo, esnobismo, separación y la generalización.

“No existe un pensamiento bueno o malo, sino realmente existe un pensamiento maduro e inmaduro”, añadió.

A continuación, brindó una apreciación acerca de las subdivisiones de la religión y ciencia a partir del concepto de los pensamientos maduros e inmaduros. A la primera la partió en dos áreas: exotérica, refiriéndose a lo perceptible y fe en lo físico, y la otra rama conocida como esotérica que refiere a lo interno, oculto a los sentidos.

Por otro lado, la ciencia se encuentra fragmentada en estrecha y amplia. La primera se caracteriza por ser conservadora y dogmática, sosteniendo la creencia de que sus leyes son infalibles e inamovibles. La segunda destaca por sus ideales abiertos, en donde los expertos dejan la posibilidad de descubrir nuevas cosas que modifiquen las leyes establecidas anteriormente.

Finalmente, expuso acerca de qué trata la llamada nueva era: “Son estos grupos que comenzaron a formarse desde los años 60. No son sectas, se tratan más bien de organizaciones e incluso fundaciones internacionales que tienen como característica central el ‘espíritu renovador’”, comentó Barros.

De igual manera, se encuentra fraccionada en las dos partes antes mencionadas que poseen como eje la madurez. “La una tiene como pilar el pensamiento holístico y la espiritualidad como motor, la otra gira entorno al esnobismo, las prácticas con fines comerciales y la oposición a los sistemas y reglas establecidos en la sociedad”, enfatizó el expositor.

Para concluir, Barros hizo un llamado a la reflexión sobre estos conceptos acerca del conocimiento. “Es necesario tejer a estas áreas con base en los pensamientos maduros, porque si no lo hacemos continuaremos pensando que son corrientes totalmente opuestas cuando realmente no lo son”.

 

Corresponsal UDA