Un buen lugar

Un buen lugar

Recuerdo que, en el año 2017, cuando el actual rector de la Universidad del Azuay se posesionó, luego de un potente discurso que trazaba el camino a seguir, en donde destacaban ideas de humanismo, diversidad, campus, servicio, recuperar el sitial, academia, ciencia, tecnología, razón sustantiva, ética, transformación y utopía; la reflexión mayor fue: la de hacer de esta comunidad académica un buen lugar.

El buen lugar significó la armonía con el ser humano y su entorno; con sus aspiraciones, ideales, visión de futuro, espíritu y creencias; con sus emociones y anhelos. Era la mirada hacia un trabajo consolidado que evolucione integralmente el progreso de la Universidad, de su nombre y prestigio sí; pero, ante todo, en el cual muchas personas -profesores, administrativos, estudiantes y sociedad plena- podían realizarse a plenitud. Sí. Ese lugar que tenía un reto: cultivar cualidades, esperanzas y utopías.

La Universidad del Azuay se transformó radicalmente. Todos lo reconocen. Tomó un impulso tan similar al de su tiempo de constitución y al de su afianzamiento institucional. De hecho, es causa de orgullo mirar su capacidad académica y presencia que pasó de la localidad a la fortaleza de referente nacional. Sus campus, no solo que se renovaron o construyeron nuevos y hermosos, sino que precisamente han entregado dignidad a las personas que están en sus jardines, bibliotecas, auditorios, aulas y laboratorios, que laboran y estudian en él, que se encuentran para crecer, asumir y confrontar al mundo. Es decir, para vivir.

Esa es la actual comunidad universitaria que ha recibido el reconocimiento como la primera Universidad del país, que respeta y camina de la mano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Que es admirada por propios y extraños cada vez que la visitan y miran sus procesos profundos que son planificados, rigurosamente decididos y con entera pasión desarrollados. Así, su actual rector Francisco Salgado, de la mano de tantas voluntades entregadas con ética y compromiso, hicieron: un buen lugar. (O)