Sanguis desarrolla textiles con desechos orgánicos

Sanguis desarrolla textiles con desechos orgánicos

Desarrollar bases textiles a partir de desechos orgánicos es lo que se han planteado cuatro estudiantes de la Universidad del Azuay, UDA, con el emprendimiento Sanguis, proyecto con que, además, están participando en el reto internacional Hult Prize.

La iniciativa surgió del equipo conformado por Ninoska Merchán, Isabel Calderón, Andrés Campoverde e Ivonne Pineda, de las carreras de Diseño Textil y Modas, Marketing, Ingeniería de Sistemas en Telemática e Ingeniería en Alimentos.
El nombre 'Sanguis', que en latín significa 'sangre' se usó en este proyecto para relacionar el ciclo vital de los productos orgánicos en el ecosistema.


"La ropa es uno de los elementos indispensables de las personas y no nos damos cuenta del impacto que tiene producirla y el tiempo en que se degrada; por ello, quisimos dar un giro y producir telas con los residuos de frutas y vegetales, que son totalmente biodegradables", explica Ninoska Merchán.


Además, está el excesivo consumo de agua y de recursos naturales en la fabricación textil, que fueron elementos que se tuvieron en cuenta a la hora de empezar el proyecto.


En el momento, los universitarios ya tienen muestras de las telas, en tipo aglomerado, y un siguiente paso es elaborar en grandes cantidades fibra textil, para obtener un sinnúmero de derivados como hilo, tejidos planos e incluso calzado.
"La pulpa y cáscaras de las frutas y vegetales, en el momento de disecarse, resultan ser una corteza muy útil y es la que nosotros estamos aprovechando de los desperdicios, para reutilizarlas", comparte Ivonne Pineda.
Parte de la iniciativa involucra trabajar con los vendedores de los mercados para comprarles lo que no se vende y ya no está apto para el consumo, y generarles así otra fuente de ingreso. Además, se quiere generar conectividad con comunidades de escasos recursos y que producen frutas que no son tan apetecibles.


La obtención de esta fibra se realiza, por el momento, de manera casera, según comentan los estudiantes, ya que no cuentan con maquinarias especializadas ni equipos industriales para la fabricación de mayores cantidades. La UDA los apoya con sus laboratorios donde llevan a cabo todo el proceso de investigación.
Sin embargo, este grupo de emprendedores busca apoyo de empresas e instituciones locales para concretar la producción y presentar su iniciativa en ciudad de México, donde se dará esta competencia de Hult Prize, el 16 y el 17 de marzo de 2018.