El Herbario Azuay, una joya de la Escuela de Biología de la UDA

El Herbario Azuay, una joya de la Escuela de Biología de la UDA

En la Escuela de Biología de la UDA, se encuentra el único herbario de la provincia del Azuay, un auténtico centro de información regional sobre la diversidad vegetal.

 

El Herbario Azuay cuenta con más de 12.000 colecciones de 3.000 especies. 

La iniciativa nació en el 1991, con la finalidad de apoyar las actividades docentes en la escuela de Biología.
Pero, debido al desarrollo de investigaciones sobre la flora regional y el incremento de colecciones, se ordenaron los especímenes de acuerdo con los requerimientos internacionales y, en 1998, se fundó el Herbario Azuay, con el auspicio y respaldo institucional de la Universidad del Azuay y la Fundación para la Ciencia y Tecnología, FUNDACYT.


Actualmente, cuenta con 12.000 colecciones de más de 3.000 especies de plantas de la flora regional, pertenecientes a 220 familias vegetales ordenadas sistemáticamente.


También dispone de una importante colección de la flora de los bosques nativos del Azuay y Cañar, con énfasis en la cuenca del río Paute, en la que destacan las colecciones realizadas en el Parque Nacional Cajas, Dudas-Mazar, los páramos de Moriré y el bosque de Tambillo.


Además, tiene colecciones de frutales nativos comestibles de la región y colecciones del jardín botánico e histórico Atocha de Liria de Ambato y aproximadamente 1.000 colecciones donadas de la Cordillera del Cóndor.

 

Motivación
“La motivación principal para progresar con los proyectos y sacar adelante el herbario es el amor por el conocimiento, la curiosidad sobre la vida de las plantas y también la consciencia de que, sin un respaldo físico de las muestras de la vegetación, no se puede tener la seguridad de la identidad de las plantas; es por ello que siempre se colectan y se conservan las colecciones”, comenta Ansaloni.
Entre los objetivos que se plantea el herbario, está documentar la flora de la región, básicamente de Azuay, de Cañar y de Morona Santiago.


La información esencial es dónde se encuentran las especies, qué uso tienen, para qué sirven, su distribución y la identidad botánica; es decir, cada especie debe tener un nombre científico o nombres comunes que son importantes.
El herbario cuenta con una base de datos en la Internet, donde están documentadas todas las especies y colecciones botánicas que han sido identificadas.


“La característica que se puede destacar de este herbario es que tiene disponible para el público de fuera toda la información sobre sus especies y sus colecciones en una base de datos en Internet, los otros herbarios del país no muestran a la sociedad sus documentos”, comenta Danilo Minga, curador.


El proceso para identificar y hacer la ficha de una especie inicia con un proyecto y un permiso de investigación del Ministerio del Ambiente; luego -en el lugar que se desea indagar- se realiza la campaña de campo, donde se colectan las especies botánicas.
Después de la colecta, se toman los datos básicos como la fecha de recolección, el sitio, las coordenadas geográficas, fotografías e información sobre los usos tradicionales de la planta, realizando una descripción breve, especificando si se trata de un árbol, una hierba, una planta o una flor.


Luego, al llegar al herbario, se pasa al proceso de prensado, que consiste en aplastar la especie entre periódicos y, en una prensa botánica, hecha de madera, se realiza el proceso de secado.
Cada muestra tiene su código y sus datos de campo que posteriormente son transmitidos en etiquetas. Por último, está el proceso de identificación donde se revisan los caracteres botánicos con ayuda de bibliografía especializada.