Centro Abraham Lincoln inauguró nuevo auditorio

Cooperación de embajada de EE.UU. hizo posible el equipamiento que donde presentarán
actos académicos y sociales.
Un auditorio nuevo ha sido construido en el Centro Ecuatoriano Norteamericano Abraham Lincoln: dotado con una platea para 132 personas, escenario, equipos para proyección y cabina de control de audio, video e iluminación, el equipamiento fue inaugurado la noche del jueves, en ceremonia en la que el corte de cinta la hizo el embajador de los Estados Unidos en Ecuador, Todd Chapman y además se reconoció a colaboradores destacados de la institución.
La inauguración del nuevo auditorio coincide con el 60 aniversario de creación del centro cultural y es el evento de apertura del año jubilar de celebraciones, señaló Francisco Salgado, presidente del directorio del centro cultural, al abrir el acto formal.
El Centro Lincoln ha laborado en la enseñanza del idioma inglés y difundido eventos culturales. El auditorio servirá para su labor educativa, actos académicos y sociales del centro, como graduaciones y eventos y habrá apertura para eventos particulares, manifestó la directora, Alicia Borotto.
Salgado expresó, además, especial gratitud con el pueblo, gobierno y embajada de los Estados Unidos por el apoyo y acompañamiento al centro binacional desde su fundación y ahora con un aporte que posibilitó constuir el auditorio. La embajada dio un fondo de 235.000 dólares, sumado a una contraparte local de 50.000.
La Junta Directiva del Centro Lincoln resolvió por ello entregar sendos reconocimientos al embajador Chapman y a la consul norteamericana en Guayaqui, Patricia Fietz. El diplomático recibió ambos: el suyo y a nombre de la primera.
También hubo reconocimientos para los socios fundadadores de la institución: Polibio Arce, Laura y Martha Esquivel Reino, si bien las dos últimas no pudieron asistirpor motivos de salud. Igualmente a Mónica Ramírez, exfuncionaria de la embada norteamericana en Quito, por 37 años de apoyo a la labor del Abraham Licoln.
Un reconocimiento especial mereció Richard Borotto, exdirector del Centro Lincoln. Llegado al país hace más de medio siglo como promotor de atletismo, se vinculó al centro, trabajó en él por 41 años, fue su director y como tal organizó más de 200 eventos culturales.
La junta directiva resolvió, en atención a estos méritos, declararlo director emérito. A pedido del presidente del directorio, le entregaron el pergamino, como autoridades invitadas, la vicealcaldesa, Ruth Caldas; y, la viceprefecta, María Cecilia Alvarado.
Otros sendos reconocimentos fueron dados a los profesionales del diseño y construcción del auditorio: arquitecto Gustavo Lloret, ingeniero Gustavo Moscoso, diseñador Pablo Farfán, ingeniero Juan Carlos Pauta; e, ingeniero Edmundo Serrano, representante de la empresa ESC, provedora de equipamientos e instalaciones.
El evento tuvo un intermedio musical con la actuación del grupo “Contrastes”, conformado por músicos al teclado, percusión, guitarra eléctrica, la quena de madera de ébano, tocada por Carlos Freire y la voz de la soprano Vanessa Freire. Ellos interpreron tres temas: Van cantando por la sierra”, “Vasija de barro” y “Summertime”, de la ópera en inglés “Porgy and Bess”.
A nombre de los homenajeados, Richard Borotto agradeció por los reconocimientos y dijo, respecto al audiotorio, que es más reciente proyecto conjunto que fortalece las relaciones de Estados Unidos con el Ecuador, pero no el único.
La cooperación con el Centro Lincoln ha sido permanente: en dotación de equipos, construcción de aulas, ayuda a la biblioteca, capacitación a profesores e inclusive la adquisición del actual local, en 1966. Recordó a socios fundadores que no pudieron estar presentes y manifestó que ha sido para él “un privilegio servir a Cuenca y al Centro”.
Palabras inaugurales
El auditorio, construido en ladrillo visto, tiene por el interior paredes recubiertas con madera y materiales para guardar la acústica; el piso tiene la inclinación de un teatro, que permite mirar hacia el escenario, desde la última hasta la primera de las 12 filas de 11 butacas cada una, sin obstáculos.
Las mismas tienen un tapizado textil color vino. Su fabricación demandó un cuidado técnico: cada fila de butacas tiene el asiento a distinta altura, a fin de colocarlas según la inclinación del piso que correspondía. Tiene también una terraza con jardín.
El embajador Chapman, en su dircuso de orden, expuso que el auditorio es un lugar especial y será como la entrada a un nuevo mundo para los jóvenes estudiantes que lleguen a él a aprender inglés o asistir a los eventos del Centro Lincoln.
“El auditorio es evidencia de la amistad de Ecuador con Estados Unidos… espero sea usado para presentaciones culturales” y fomentar relaciones con el público, dijo.