La importancia de la preservación del agua en tiempos de sequía
En Cuenca, la preservación del agua se ha convertido en un asunto crítico, especialmente durante la época de sequía. El agua es esencial no solo para las actividades diarias de las personas, sino también para la conservación de los ecosistemas que nos rodean.
En Ecuador, donde la energía se genera a partir de fuentes hídricas, la conservación del agua también garantiza el suministro de electricidad. Sin embargo, el desperdicio del recurso hídrico puede desencadenar graves consecuencias, como cortes de agua, interrupciones en el suministro eléctrico, pérdida de biodiversidad y dificultades en la agricultura.
El proyecto de manejo sostenible de agua bajo escenarios de cambio climático en el sur del Ecuador (SWACH), impulsado por la Universidad del Azuay, se ha propuesto enfrentar esta problemática. A través de investigaciones y la implementación de estrategias de adaptación al cambio climático, SWACH trabaja para asegurar la disponibilidad de agua en Cuenca, analizando tanto la cantidad futura de agua disponible en los ríos como las necesidades de la población. Además, promueve prácticas sostenibles, como la captación de agua lluvia y el uso responsable del agua en actividades cotidianas.
La educación y la concienciación de la ciudadanía son fundamentales. Es esencial que cada habitante de Cuenca entienda la importancia de reducir su consumo de agua, así como de implementar medidas preventivas contra incendios forestales, que son una amenaza creciente en tiempos de sequía.
Los incendios forestales son otro problema agravado por la sequía y el cambio climático. Aunque generalmente se lo atribuyen a malas prácticas agrícolas o a la negligencia de los ciudadanos, estos incendios son un fenómeno global que afecta a muchas regiones del mundo. La sequedad del suelo, combinada con los vientos, crea condiciones propicias para que cualquier chispa desencadene un incendio devastador. La degradación del suelo por el uso excesivo de agroquímicos, la pérdida de humedales y la disminución de la vegetación nativa son factores que agravan esta situación.
Para evitar que los descuidos durante la sequía se conviertan en catástrofes ambientales, es necesario intensificar las campañas educativas sobre el uso responsable del agua, la gestión adecuada de los desechos y la conservación de las zonas forestales.
La adaptación al cambio climático también puede iniciarse con medidas sencillas y prácticas, como la implementación de sistemas de recolección y uso de agua lluvia para actividades domésticas. Cuenca, como otras ciudades del mundo, enfrenta desafíos ambientales que requieren la participación activa y responsable de todos quienes la habitan.
Entrevista: Equipo SWACH