Día Internacional de los Voluntarios

El Día Internacional de los Voluntarios, celebrado cada 05 de diciembre, es una fecha que busca reconocer la labor de quienes se entregan al servicio de los demás. En este contexto, la Pastoral de la Universidad del Azuay es un ejemplo de cómo el voluntariado puede transformar tanto a quienes lo reciben como a quienes lo practican.
Según Valeria Palomino, misionera y parte del equipo coordinador de la Pastoral, el propósito principal de estos programas es conectar a los estudiantes con las realidades de las personas en situación de vulnerabilidad. "Queremos que los chicos puedan tener una conexión con los problemas que viven las personas, especialmente en áreas como pobreza, marginación y vulnerabilidad", explica Palomino. A través de la entrega de su tiempo y escucha, los estudiantes pueden contribuir, aunque sea de forma pequeña, a mejorar estas realidades.
José Tapia, voluntario de la Pastoral, comparte que lo que lo inspiró a involucrarse fue la posibilidad de ayudar a las personas y entender sus distintas formas de vida. El voluntariado nos ayuda a abrir nuestras perspectivas y a ponernos en los zapatos de los demás, afirma.
Sin embargo, los voluntarios también enfrentan desafíos, especialmente a nivel logístico. La coordinación de fechas, tiempos y la disponibilidad de los jóvenes para participar son algunas de las dificultades que deben superar. No obstante, como señala Palomino, el esfuerzo vale la pena cuando se ve el impacto en los beneficiarios y en los mismos voluntarios.
Una de las experiencias más significativas para los voluntarios de la Universidad fue un proyecto reciente con niños en situación de vulnerabilidad. A través de estos proyectos, los estudiantes pueden vivir experiencias profundas que les enseñan sobre la importancia de la solidaridad y el compromiso social. Lo más enriquecedor es ver la alegría de los jóvenes cuando terminan el voluntariado; es un recordatorio de que el verdadero propósito de la vida es entregarnos por los demás, comenta Margarita Bonilla, parte del equipo coordinador de la Pastoral.
Otro voluntariado reciente, con adultos mayores en situación de abandono, impactó profundamente a los participantes. La experiencia nos hizo conscientes del valor de la familia y de lo importante que es brindar compañía a las personas mayores, comenta Bonilla. Estos voluntariados no solo benefician a quienes reciben el apoyo, sino que también enriquecen la vida de los jóvenes voluntarios, quienes aprenden valiosas lecciones sobre la sociedad y la solidaridad.
Para el futuro cercano, la Pastoral de la Universidad del Azuay tiene planeado un voluntariado navideño en el cantón de Pucará, donde los estudiantes llevarán regalos y un agasajo a los niños de la zona. "Este tipo de iniciativas no solo enriquecen a los niños, sino también a los jóvenes voluntarios, quienes pueden sentir el impacto directo de su generosidad", señala Nayeli Campoverde, voluntaria y estudiante de la Universidad.
Los programas de voluntariado no solo representan una oportunidad para ayudar a quienes más lo necesitan, sino también para que los jóvenes desarrollen un mayor sentido de responsabilidad social. Estos proyectos permiten que los estudiantes tomen conciencia de las problemáticas de su comunidad, mientras se enriquecen con nuevas perspectivas de vida.
El Día Internacional de los Voluntarios es una oportunidad para reflexionar sobre el impacto que estas acciones pueden tener en la sociedad. Como afirman los miembros de la Pastoral, el voluntariado nos ayuda a conectar con los demás y a ser agentes de cambio.
