Una vida dedicada a hacer caretas

Una vida dedicada a hacer caretas

La Universidad del Azuay (UDA) rindió ayer un homenaje público a Félix Alejandro Flores, reconocido artesano de caretas, quien el 3 de noviembre igualmente fue premiado por el Municipio de Cuenca con la insignia Gaspar Sangurima.

Tiene 85 años y desde los 15 años se dedica a este oficio, que lo aprendió con su padre Issac Flores Muñoz, escultor, que tenía su taller en el sector de las calles Borrero y Bolívar, en pleno Centro Histórico de Cuenca.

Con su esposa, Maruja Padilla, fundó el tradicional local Caras y Caretas, que está en el sector del Barrial Blanco y aún recuerda la primera careta que confeccionó: “era de la muerte, un rostro de calavera”, y la utilizó para disfrazarse.

“Luego un vecino que se llama Rodolfo Campoverde y tenía un kiosko en la Nueve de Octubre me dijo que le dé haciendo una media docena de caretas y me pagó a dos reales, eso para mi era bastante dinero…”, contó.

Oficios

Flores es uno de 10 hermanos y a pesar de que sus padres querían que estudie el colegio lo pudo hacerlo por la falta de recursos. En su niñez también aprendió carpintería.

En su juventud fue a vivir en Quito con su hermano Gerardo Flores, quien hacía muñecas, y allí además de esto, aprendió a elaborar maniquíes de diferentes tipos y modelos.

Cuando terminó la conscripción y tras casarse comenzó a producir caretas en serie y se convirtió en uno de los artesanos con más destacados en la provincia de Azuay en la elaboración de este producto.

Desde hace algunos años Flores y su familia están entre los participantes infantables en el Concurso de Mascaradas que organiza el Amistad Club y la Unión de Periodistas del Azuay (UPA) cada 6 de enero.

Concurso

El año pasado ganaron el segundo lugar con el tema Diablos Flores, en la categoría familiar, en la que mostraron su habilidad y conocimiento en la colocación de maquillaje.

Genaro Flores, de 59 años, su hijo, heredó este oficio. “Desde que abrí los ojos creo que aprendí a hacer las caretas, desde niño ayudaba y luego se convirtió en mi profesión y comenzó a utilizar nuevas formas de diseño y moldeado…”, dijo.

Relató que con fin de complacer a los clientes estaban pendientes de todas las noticias y publicaciones para a partir de eso plasmar sus rostros en las caretas. Montó un almacen que está en las avenidas De Las Américas y Turuhuayco.

Su hijo, Ismael Flores, de 29 años, también heredó esta tradición de trabajo artesanal, pero se especializó en maquillaje y prótesis de látex, con lo que se logra mayores detalles.

“Es la cuarta generación que nos dedicamos a esto, es un trabajo de familia, un trabajo que se mantiene pero que en cada generación ha ido evolucionando conforme la época…”, comentó. (CSM)-(I)

UNA HERENCIA

Susana Flores tiene 50 años y es hija de Félix Alejandro Flores, reconocido artesano de caretas quien ayer fue reconocido por la Universidad del Azuay (UDA) por su labor.

“Desde cuando tenía uso de razón recuerdo que ya pasaba entre caretas, llegaba de la escuela, tenía que hacer los deberes y enseguida ponerme a trabajar, esa era nuestra tarea desde niños…”, precisó.

Ella es la encargada de hacer el modelaje de las caretas y su padres se encargada de la terminación y el pintado para ponerlas a la venta. La mayor parte del producto se oferta en el local Caras y Caretas.

Contó que sus hermanas Sara y Eulalia igualmente se dedican a esta labor y además a la pintura. “Aquí todo es artesanal, nosotros nos esforzamos para que nuestras caretas sean los más parecidas a los personas…”, precisó.

DETALLES

Roberto Alvear, titular de la Intendencia General de Policía del Azuay, ayer hizo un recorrido junto a otras autoridades por la avenida Huayna Cápac en donde será el Concurso de Mascaradas 2017 este viernes.

Alvear indicó que para el control de este evento se ha destinado unos 150 miembros de la Policía Nacional que estarán apoyados por unos elementos de las Fuerzas Armadas (FF.AA).

Además el recorrido estará monitoreado por el Servicio Integrado de Seguridad (SIS) ECU 911 con 10 cámaras de videovigilancia y de los semáforos, para dar una respuesta inmediata en caso de cualquier imprevisto.
Asimismo apoyarán en las tareas de control unos 50 efectivos de la Guardia Ciudadana de Cuenca (GCC), que además vigilarán que no se consuman bebidas alcohólicas en la vía pública ni se instalen negocios informales.