Alguna vez, todos los estudiantes universitarios han escuchado la palabra pasantía y han sentido miedo ante la idea de entrar a esta nueva etapa. No obstante, las pasantías son parte de una de las experiencias más enriquecedoras del trayecto universitario, ya que en este espacio se permite poner en práctica la teoría vista en clase, ocasionando un aprendizaje real y en donde cada estudiante descubre sus fortalezas y debilidades.
Más allá de ser un requisito académico, una pasantía representa una oportunidad para construir las bases de un futuro profesional.
Beneficios de las pasantías
Realizar pasantías permite a los estudiantes adquirir experiencias en el entorno laboral y comprender de manera más cercana las áreas relacionadas con su profesión. Este proceso incrementa el desarrollo de nuevas habilidades que fortalecen el perfil profesional, como la autoconfianza, la capacidad para tomar decisiones y la resolución adecuada de problemas.
De igual manera, competencias como la adaptabilidad, la responsabilidad, solidaridad, el trabajo en equipo y la comunicación generan un valor fundamental que las empresas suelen apreciar al momento de contratar personal nuevo. Adquirir estas habilidades previamente durante las pasantías otorga a los estudiantes una ventaja significativa al postularse para futuros empleos.
Si bien las pasantías son un reto al poner a prueba los conocimientos adquiridos en la universidad, también permiten descubrir intereses personales, aprender de profesionales con experiencia y entender la cultura organizacional de las compañías.
Cómo vivir esta experiencia
Es importante saber que el éxito de una pasantía no depende únicamente del ambiente laboral o de la compañía en donde se realizan las actividades, sino también de la actitud con la que el estudiante asume el proceso. Por ello, para aprovechar al máximo esta experiencia se recomienda:
Mostrar iniciativa: aunque el miedo a cometer errores sea común, es importante expresar ideas y conocimientos. Participar demuestra interés y puede influir positivamente en la toma de decisiones dentro del equipo de trabajo.
Pedir retroalimentación: escuchar la opinión de los profesionales con más experiencia permite identificar fortalezas y áreas de mejora, además de favorecer el crecimiento personal y laboral.
Ser resilientes: iniciar en un nuevo ambiente laboral puede generar inseguridad, pero cada reto contribuye a entender mejor el ambiente laboral y a descubrir qué aspectos favorecen a la vocación profesional.
Organizar el tiempo: realizar las pasantías y estudiar es realmente un reto. No obstante, utilizar una agenda o calendario permite que todo sea más llevadero, ya que puedes determinar tus horarios disponibles para cada actividad y establecer cuales son los pendientes que se tiene que realizar.
Llegar puntual: es importante saber estar a tiempo, puesto que esto no solo permite que los profesionales tengan una buena impresión, sino que también te ayuda a planificar mejor tus actividades del día y te permite tener un espacio para relajarte antes de comenzar el día de trabajo.
Una pasantía es una experiencia de crecimiento tanto profesional como personal. Es normal cometer errores en las primeras etapas, pero cada uno de ellos representa una oportunidad para aprender a mejorar. A través de esta experiencia, el estudiante no solo adquiere conocimientos prácticos, sino que también comienza a construir su identidad profesional.
