Una comunidad que nos motiva: Ana María Torres y el triatlón

Una comunidad que nos motiva: Ana María Torres y el triatlón

Perseverancia y constancia, son los términos que describen a una mujer llena de fuerza y empoderamiento. Ana María Torres, estudiante de la carrera de Derecho en la Universidad del Azuay, ha llenado de orgullo y satisfacción tanto a su familia como a nuestra comunidad universitaria, ya que paralelamente a sus estudios universitarios ha logrado posicionarse como una reconocida deportista.

A lo largo de su vida, el deporte ha sido una de sus más grandes pasiones, pero no es hasta el año 2015 que Ana María se estrena como triatleta en Galápagos. La lamentable pérdida de su abuelo Édgar Rodas Andrade, primer Decano de nuestra Facultad de Medicina, marcó un punto de inflexión en su carrera, a partir de ese momento ella le ha dedicado todas sus victorias.

El triatlón, disciplina en la que destaca Ana María, consta de tres deportes; natación, maratón y ciclismo. Su rutina inicia a las cuatro de la mañana, hora a la que empieza su entrenamiento por aproximadamente seis horas. El reto de Torres es combinar de manera adecuada el tiempo diario que requieren sus estudios universitarios, con su vida deportiva y personal. En los próximos meses su rutina será aún más exigente ya que está por iniciar su preparación como deportista de élite, lo cual amerita 8 horas diarias de entrenamiento.

Ana María nos cuenta que una de las mejores cosas de su vida deportiva ha sido afianzar nuevas amistades y poder conocer varios países, asimismo agregó que las largas distancias en bicicleta le llevan a un estado de meditación en el cual se conecta con ella misma. También nos habló sobre las dificultades en el deporte, añadiendo que una de ellas es el machismo, en este sentido considera que ha sido afectada, por ejemplo, al haber sido subestimada por muchos hombres por el único hecho de ser mujer y por su apariencia física.

“En el deporte hay mucho machismo y competencia física de hombres con mujeres, no hay punto de comparación, pues físicamente los hombres y mujeres son distintos y querer competir como iguales es ilógico”.

Finalmente, se dirigió a las mujeres: “Todas las mujeres debemos demostrar que nos podemos comer el mundo y nunca pensar que no podemos hacer algo por ser mujeres”.

A esto añadió un mensaje para toda la comunidad universitaria: “Hagan deporte y nunca se den por vencidos, se puede empezar por algo pequeño, siempre les va a hacer bien. Crean que todo es posible y no dejen que nadie les diga lo contrario”.

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Corresponsal UDA