“Hemos conseguido un fallo a favor de nuestros chicos y del país”

“Hemos conseguido un fallo a favor de nuestros chicos y del país”

Francisco Salgado, Rector de la Universidad del Azuay, se refiere en esta entrevista con Campus al dictamen favorable de la Corte Constitucional al reclamo de las universidades cofinanciadas encabezado por nuestra institución.

El tribunal dictaminó que el Ministerio de Economía y Finanzas había incumplido con los artículos 22 y 33 de la Ley Orgánica de Educación Superior al no transferir los fondos a las universidades privadas que reciben rentas estatales destinadas a las becas de los estudiantes.

Las universidades cofinanciadas son la Universidad del Azuay, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, la Universidad Politécnica Salesiana, la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, la Universidad Católica de Cuenca, la Universidad UTE y la Universidad Técnica Particular de Loja.

Para el Rector de la UDA, lo más importante es que se ha creado una jurisprudencia para el futuro del sistema de educación superior:

Me dio mucho gusto que algo que hicimos con mucha fe y mucho cariño finalmente llegara un dictamen favorable.

Es muy difícil llegar a tener la aceptación de una causa en la Corte Constitucional, tiene que estar muy bien hecha. Y ya tener un fallo favorable para que se cumpla con las asignaciones para las becas de los chicos es algo muy satisfactorio.

Es muy importante también porque las otras universidades confiaron plenamente en nosotros, en nuestro equipo y en mí. Y haber podido responder plenamente a esa confianza es muy gratificante.

Este fallo es a favor de los chicos de escasos recursos para que puedan estudiar en nuestras ocho universidades cofinanciadas.

En estas universidades estudian 150.000 alumnos, eso significa la cuarta parte de todos los estudiantes del sistema de educación superior del país.

De esos 150.000, 50.000 estudian con becas. En la Universidad del Azuay, en el ciclo anterior, tuvimos unos 2.100 estudiantes con becas.

Entonces esto es un logro para esos 50.000 estudiantes, porque muchas personas de bajos recursos -con el actual sistema de admisión- no logran entrar a las universidades públicas, y la única manera que tienen para acceder a la educación superior es con una beca.

Este fallo tiene entonces un sentido profundamente social, es un logro no solo de la Universidad del Azuay, no solo de las universidades cofinanciadas, es un logro para el país.

¿Qué ocurre a partir de ahora? ¿Este fallo puede ser apelado? ¿Cuál es el escenario que se presenta con un gobierno que ya está de salida?

Para mí lo más importante de este fallo, que es inapelable, es que crea jurisprudencia para el futuro.

Porque si bien el contexto que vivimos, la economía del país y otros factores, es de mucha incertidumbre, lo importante es que cuando salgamos de la crisis el Estado no podrá retrasar -como lo ha hecho discrecionalmente hasta ahora- la transferencia de los fondos que debe pagar por ley a las universidades.

El gobierno ha cumplido todos los dictámenes de la Corte Constitucional, aun cuando estos han sido adversos. No tiene sentido que no lo cumpla ahora.

En lo que corresponde al pago de lo que nos están adeudando, que viene desde diciembre del año pasado, y también de la devolución del IVA, la decisión de la Corte le da al Ministerio de Finanzas la posibilidad de hacer un cronograma de las transferencias.

Es decir, no van a ser inmediatas, pero ya se estableció al sentar jurisprudencia que es una norma que debe cumplirse.

El mismo día que se produjo el fallo favorable para la Universidad del Azuay se conoció también un fallo desfavorable para el reclamo de las universidades públicas. Y la suerte de estas universidades está muy unida a las instituciones cofinanciadas. ¿Cuál es su opinión de la actual situación del sistema de educación superior ecuatoriano?

Primero debo decir que nos estamos fijando en dos dictámenes que se dieron el 31 de agosto, pero hubo como nueve dictámenes de la Corte que se refirieron a la educación en general y unas cuatro a la educación superior.

Hay disposiciones que no se están discutiendo públicamente que para mí son fundamentales para la autonomía de la universidad ecuatoriana.

La Corte ha declarado inconstitucional una circular del Ministerio de Finanzas que dispuso una serie de recortes en los presupuestos de la función pública, y la Corte dictaminó que este ministerio puede regular el gasto en todo el sector público menos en las universidades.

Eso para mí es un logro muy grande porque se estaba despidiendo a una gran cantidad de profesores ocasionales porque esta circular del ministerio decía que no se podían renovar contratos.

Se habían dejado también de adquirir insumos.

Y la Corte está diciendo que eso no aplica para las universidades públicas.

Otro tema también que la Corte resolvió fue en relación a una disposición del CES (Consejo de Educación Superior) de que los profesores titulares tenían que asumir una carga docente mucho mayor.

Antes se había mantenido un máximo de 16 horas de clase semanales para el profesor a tiempo completo, el CES pasó de 16 a 26 horas, y la Corte dice que eso es inconstitucional.

Y eso es importante porque los profesores necesitan tiempo para preparar sus clases, para actualizarse e investigar, publicar sus investigaciones y hacer servicios a la comunidad.

Esto es un gran logro para la autonomía universitaria porque el CES tiene que observar que no puede pedir cualquier cosa que se le ocurra, sino que tiene que estar en común acuerdo con las universidades, porque eso dice el dictamen.

Creo que esas resoluciones son muy importantes y se tienen que conocer.

Con respecto al otro tema, por supuesto que la universidad tiene dificultades, aquí en Ecuador y en todo el mundo.

¿Qué agudiza el problema en nuestro caso? La difícil situación económica, que es anterior incluso a la pandemia. Y, en la misma pandemia, hay una confianza erosionada en el gobierno por el manejo de los recursos públicos.  

Pero hay un anhelo de todos en que esta situación cambie.

¿En qué situación cree usted que nos encontramos en este momento, como universidad y como sistema de educación superior?

Yo creo que hay que ser claros, la situación en los próximos meses va a continuar siendo difícil.

Estamos “en la mitad del río”. Hay que ir con mucho tino, con mucha prudencia.

La pandemia es una maratón, no podemos decir que lo hemos superado; inclusive en los lugares que nos precedieron en el tema de contagios, hay rebrotes.

Debemos tener el apoyo de todos para pasar estos tiempos difíciles, hay que estar muy unidos para mantenernos como comunidad universitaria y como sistema de educación superior.

Y estamos unidos.

En el caso de Cuenca las cuatro universidades tenemos muy buena relación y estamos haciendo proyectos en conjunto.

Esto es una carrera de resistencia y tenemos que salir entre todos.