Medio siglo de la UDA

Medio siglo de la UDA

Medio siglo de la UDA

 

Cuando empezó a funcionar la Universidad del Azuay-hace cincuenta años- se juntaron varios factores. La Iglesia buscaba para sus seminaristas una formación que les dotara de estudios complementarios. El Concilio Vaticano II ponía a la Iglesia a tono con los nuevos tiempos y una línea básica era la de una relación más directa de los religiosos con la sociedad. Que tuvieran una profesión secular, fue un camino en esa dirección.

 

En Cuenca había una sola Universidad que, si bien tenía una larga y destacada trayectoria, resultaba insuficiente para atender las crecientes necesidades de la ciudad. Había nuevas necesidades de horarios diferentes-por ejemplo-para atender a un grupo de personas que no habían podido estudiar luego de concluir el colegio, pero que pasados los años, disponían de tiempo y necesidad de seguir una carrera.

Había un movimiento juvenil, fugaz pero vigoroso, como fue el mayo francés de 1968. Una ola mundial de protesta, recorría también América latina. La vieja y tradicional izquierda radical empezaba a ser cuestionada por su dogmatismo, al mismo tiempo que se descubrían los crímenes que se habían dado en el estalinismo y en la revolución cultural china, iniciada en 1966.

 

Buena parte de las Universidades públicas adolecían de una extrema politización que alejaba de ellas a mucha gente o hacía que asistan de mala gana a sus aulas. Se necesitaba una nueva universidad más abierta que, respetando el derecho a profesar una línea política, no hiciera del partidismo, el núcleo de la vida universitaria.

Éstas y otras circunstancias marcaron el surgimiento de lo que hoy es la Universidad del Azuay y que en sus orígenes dependió de la Universidad Católica de Guayaquil, primero y, luego de la PUCE. Los profesores fundadores fueron Claudio Malo González, Francisco Olmedo Llorente, Carlos Pérez Agustí, Rafael Galiana, José Castelví y Nelson Yáñez. El padre Alonso Montero Mora administró la naciente institución durante muchos años como prorrector, al igual que Claudio Malo, que la dirigió en la parte académica. A ellos la UDA les debe mucho.

 

En 1990 fue creada como Universidad del Azuay . El Consejo Universitario nombró como Rector a quien venía desempeñando el prorrectorado: Juan Cordero Iñiguez, hasta que se realice la elección mediante votación universal del Rector definitivo, de acuerdo al nuevo Estatuto. Recibí el honor de ser elegido con el voto universal de los docentes, estudiantes, empleados y trabajadores en un ejercicio de democracia inédito en las universidades del país. Las universidades públicas elegían no directamente, sino a través de representantes estudiantiles y de empleados, que generalmente representaban más a partidos políticos que a sus electores. Por cuatro períodos la comunidad me eligió para esas altas funciones, desde 1992 hasta el 2012. La UDA fue la primera en la historia del país en lograr la Acreditación, mostrando que las universidades no solamente deben decir que son buenas, sino demostrar que son.

Este pasado día sábado, presididos por su rector, Francisco Salgado, quienes hicieron y hacen la Universidad, desfilaron por la ciudad que la vio nacer hace medio siglo.