160 artesanas cañarenses recibieron capacitación

160 artesanas cañarenses recibieron capacitación

Hace dos años cumplieron el sueño de tener una microempresa y, desde entonces, buscan mejorar sus tejidos para exportar. Con ese objetivo, 120 mujeres de la Cooperativa Padre Rafael González y 40 de la Asociación de Tejedoras Tushin-Burgay terminaron el curso-taller Tejiendo Redes. Durante ocho meses, las artesanas del cantón Biblián (Cañar) aprendieron sobre técnicas del procesamiento y tejido de la paja toquilla y de la lana de alpaca. Fue un proyecto de cooperación entre el Municipio de Biblián y la Universidad del Azuay (UDA). Los docentes y estudiantes de las escuelas de Diseño Gráfico, Textil e Interiores compartieron conocimientos con las artesanas sobre el manejo adecuado de las texturas o producción de tintes naturales. Además, cómo crear detalles en las obras que elaboran. Ampliar Los productos elaborados durante el curso-taller fueron exhibidos en las instalaciones de la Universidad del Azuay. “El trabajo artesanal también exige innovación y calidad y, por eso, siempre estamos abiertas a aprender cosas nuevas”, dijo María Dolores Guamán, de 50 años. Antes de que cumpliera 10 años, ella ya sabía tejer la paja toquilla. Luego del curso, Guamán se siente más preparada porque aprendió a crear portalápices, llaveros, canastillas, bolsos, chocolateras, entre otros productos nuevos. Ahora ya sabe tinturar la fibra con nogal, eucalipto, achiote y otras plantas. “Antes usábamos anilina”. Ángeles Humala pertenece a la Asociación Tushin-Burgay, donde se crían alpacas para obtener la lana y elaborar ponchos, bufandas, gorros, chalecos, entre otras prendas. Ella y su compañera Rosario Pilco, de 47 años, cuentan que sus ánimos nunca desmayan para producir, pese a que afrontaron épocas difíciles para la comercialización. Sus obras fueron expuestas durante la clausura del taller, en la Universidad del Azuay. Genoveva Malo, decana de la Facultad de Diseño, Arquitectura y Arte de ese centro de estudios, felicitó a las emprendedoras “con quienes hemos tejido muchas relaciones, enlazado hilos y fibras y compartido conocimientos. Es nuestro compromiso de vinculación con la sociedad”. Para el alcalde de Biblián, Guillermo Espinosa, este es el mejor apoyo a la economía popular y solidaria. Antes, el Municipio acompañó en los procesos de fortalecimiento socio-organizativo, legalización de las cooperativas de artesanos y en espacios para la venta de los productos. Por ejemplo, las 120 socias de la Cooperativa Padre Rafael González tienen un centro de procesamiento y acopio del sombrero. Además, cuentan con una tienda de comercialización en el centro de Biblián. Los sombreros de estas artesanas se comercializan a escala nacional e internacional con la marca Bibilak (Camino Tortuoso). La capacitación y asistencia técnica buscan mejorar la calidad de las creaciones y diversificar la producción, porque sus sombreros se comercializan en EE.UU. y Europa. En el 2017 exportaron 20 000 unidades a ambos mercados, y ahora buscan abrir una tienda en el norte del continente americano. Las socias de esta cooperativa han participado en ferias nacionales e internacionales. La presidenta, Fanny Tapia, dice que han recibido apoyo público y privado porque tienen potencialidad como artesanas y “porque trabajamos con responsabilidad y amor”. Las artesanas Ellas venden cada sombrero en USD 10 a su cooperativa. Oferta Venden prendas desde USD 2 hasta 50, como ponchos. Alpaca Las socias de Tejedoras Tushin-Burgay tienen criaderos.