Quimiometría, el arte de cuantificar e interpretar

Quimiometría, el arte de cuantificar e interpretar

Para quienes no estamos familiarizados con las 'ciencias duras', visitar un laboratorio químico puede considerarse una experiencia tan curiosa como enriquecedora, y –durante la visita- se aprende sobre disciplinas y técnicas de las que uno jamás ha escuchado.

En los laboratorios de la Universidad del Azuay, UDA, podemos observar a docentes y estudiantes con sus batas blancas, con el único objetivo de desarrollar habilidades analíticas y experimentales a través de la observación.
Bajo la dirección de Piercosimo Tripaldi, en estos laboratorios se realizan análisis de alimentos, estudios del suelo y minas, determinaciones de oro y plata, entre otros procesos dignos de ser estudiados y analizados.
“¡Es una enciclopedia en vida!”, exclaman los estudiantes del doctor Tripaldi, quien gracias a sus conocimientos y estudios científicos ha sido una pieza fundamental para el aprendizaje de los alumnos por varias generaciones.


Otro de los actores clave dentro de los laboratorios de la UDA es el profesor investigador Andrés Pérez, encargado de organizar proyectos de investigación con los estudiantes, así como también de orientarlos a la culminación de sus tesis de grado.
Una investigación que se destaca en estas instancias es la quimiometría, la aplicación de técnicas estadísticas a fenómenos químicos para poder interpretarlos.
Esta disciplina se puede aplicar a cualquier ciencia, incluso a las Ciencias Sociales.


“Cualquier dato puede ser cuantificable, por ello la quimiometría abrió un abanico grande de posibilidades, y nos ha permitido trabajar en conjunto con varias áreas de la Universidad”, comentó Pérez.
La UDA ha sido la pionera en realizar proyectos con esta disciplina, creando en 1992 la primera Escuela de Quimiometría en el Ecuador y trabajando en conjunto con referentes de la quimiometría a nivel mundial, como el profesor italiano Roberto Todeschini y con la Universidad de Milano-Bicocca.
Todeschini fue nombrado profesor honorario por la Universidad del Azuay, ya que ha trabajado en varios proyectos quimiométricos, en gestión con el doctor Tripaldi.