Johann Radax, un viaje entre Austria y Cuenca, entre la veterinaria y la medicina

Johann Radax, un viaje entre Austria y Cuenca, entre la veterinaria y la medicina

Johann Radax, estudiante y luego profesor de Medicina de la Universidad del Azuay, nació en 1957 en Austria.

Al graduarse del colegio en su país analizó sus opciones para decidir qué carrera estudiar, luego de una visita junto con sus amigos a la carrera de veterinaria decidió inclinarse por esta disciplina.

La ejerció alrededor de 10 años mediante consulta privada, al mismo tiempo laboraba en la industria farmacéutica, luego consiguió empleo como programador en un una fábrica de acero en Alemania, todo esto ocurrió durante la caída del Muro de Berlín.

Entre otras profesiones, durante cuatro años, trabajó en una empresa de industria farmacéutica veterinaria, la misma que le permitió viajar por todo el mundo para dar conferencias sobre micro toxinas y como vendedor.

En uno de sus viajes se encontró con un compañero médico en Ecuador, quien le aconsejó quedarse en el país, y así lo hizo; como no tenía en qué ejercer, trabajó un tiempo en cerámica, en donde conoció a quien ahora es su esposa; luego de un tiempo empezó a trabajar en la industria farmacéutica.

Se mantuvo en esto hasta la época de Jamil Mahuad, pero cuando se dio la dolarización las ganancias no le daban, por lo que a sus 40 años decidió estudiar la carrera de Medicina en la Universidad del Azuay, donde actualmente es docente.

Cuando se le pregunta sobre la medicina señala que extraña “el compromiso que había antes con la salud”.

“El médico llegaba a la casa a ver a los pacientes, algo que actualmente se está perdiendo o ya no hay”, dice y añade:

“También que tenían menos miedo en el sentido legal pues ahora los médicos tienen miedo de dar un diagnostico porque si se equivocan y les caen las demandas, para evitar esto hacen miles de pruebas que a veces son innecesarias, las cuales algunas veces suelen ser más perjudiciales que la mismas enfermedad”.

Lo que le agrada de la medicina actual es que hay más posibilidad de diagnóstico pero al despedirse recuerda cuál es su concepción de lo que hace el médico día a día.

Él ve la medicina “no como algo que cura, sino como un sistema de prevenir enfermedades”.